Fallen Apart: Capitulo 2

Capítulo 2



¿Han tenido momentos, en los que no están en este mundo? ¿Estan como en la Luna? No sé si me doy a entender, pero en definitiva hoy era un día de estos para mi.




X: ¡hey! -Paso sus manos frente a mi cara, como yo lo había hecho tiempo antes. Sus palabras me habían dejado muda y sin nada en que poder oponerme. "Eres muy linda, sabes" Esas cuatro palabras se repetían como un eco en mi cabeza una y otra vez. ¡Ya no podía más! ¡Que feo que era esto!




Sophie: Eh, ¿Decías? -Fue lo único que le pude decir, aún estaba ausente.




X: ¿Te encuentras bien? -Me miraba como si de un bicho raro se tratase y eso me molestaba aún más - Estas muy pálida.




Sophie: ¡No! - salté - No te preocupes, estoy de maravilla. Gracias




X: Esta bien lectora de mentes, como usted ordene - Este chico sí que era gracioso, se inclino como si de una reverencia se tratese. Paracíamos amigos de toda la vida, amigos del Alma - Para todo esto, ¿Como te llamas?




Al momento en el que iva a decir mi nombre, Elevé mi vista y me encontré con lo que menos deseaba, ¡Mi hermana! Venia a paso decidido hacia nosotros, como si de una presa se tratase, y ella la peligrosa depredadora. ¡No lo queria ni imaginar, no ahora! Estaba más que segura que lo quería a él, me lo quitaria fuera como fuera.


Sophie: Oh no...


X: Qué, ¿Oh no? ¿Ese es tu nombre? - Me miró con cara rara y luego se largo a reír


Sophie: ¡No! - ¿Qué le pasaba? ¿Se hacía el tonto ó realmente lo era?


X: Ah... ¡Ya entiendo! Es solamente ¡No! Quitaré entonces el, "Oh" - Vale, que sí era tonto. No quería darle largas explicaciónes, mi hermana ya se encontraba muy cerca de nosotros.


Emma: ¡Hermana de mi corazón! - Ah, ya estaba más que cerca. Reaccióne y empuje al chico rastudo hacia atráz de un gran estante, donde mi hermana no lo viera. Me dí vuelta y ella ya estaba frente a mi. La miré retadora y le dije:


Sophie: ¿Que haces aquí? ¿No tienes a quién más fastidiar? - rió y me sonrió falsamente


Emma: Vamos hermanita, dejaté de estupideces sin sentido y dime : ¿Quién era el chico que estaba aquí, contigo?


Sophie: Emma, Numeró 1: ¿De que rayos estás hablando? Numeró 2: ¿Que hice para merecer esto? - Quería que se fuera de una buena vez, solo era buena para fastidiar y ¡Nada más!
Ya me estaba hartando.


Emma: No te vengas a hacer la tonta porque...¡No te sale! - Su tono de voz se elevó mas de lo deseado, llamando así la atención de varios presentes. Esto iva de mal en peor, ni quería imaginar como acabariamos - Ahora, dime de una buena vez ¿Quién era él?


Sophie: Emma - Suspiré cansada - Te lo repíto por ultima vez, ¡No- tengo- ni -la -menor -idea! - Lo dije directo, en su cara. Separando cada palabra, como cuando uno enseña a los pequeños - Aparte, ¿A tí, que diablos te importa?


Emma: ¡Claro que me importa! Eres mi hermanita y debo cuidar de tí. ¿No es así? - Con que ahora se venía a preocupar por mí, ¡Que va!


Sophie: Eres una ¡INTERESADA! - Lo grité a todo pulmón. Poco me importaba lo que los demás presentes dijeran. ¡Ya no daba más!


Emma: ¿Como me llamaste? - Estaba furiosa. Me quería matar, lo sabía - ¡ESTUPÍDA!


Sophie: La estupída eres ¡TÚ! ¡Ni siquiera oyés lo que te digo! - Nunca en mi vida había estado tan furiosa, normalmente me lograba contener. Pero al retener tanta furia dentro de mi, había provocado está reacción.


Emma: ¡YO SOY LA HERMANA MAYOR! ¡NO ME DIGAS ASÍ, JAMÁS! - Ya imaginaba el espectáculo que estabamos dando, ¡Que verguenza!


Sophie: Claro, ¡COMO QUÍERAS! Ya ni siquiera pienso hablarte. ¡Enhorabuena por mí! - Me dirigió una mirada asesina y se marchó. Me apoye entre el piso y uno de los estantes, estaba aburrida ya de estás peleas. Toda la gente me miraba raro, los ignoré y enterré mi cabeza dentro del hueco que se formaba en mis piernas. Cuando me logré calmar, pagué la Dona y luego la dicha Bebida.
Me recordé del chico, ¡Tremendo empujón que le había dado! ¿Donde estaría? Lo busqué, pero ni rastro.
Luego de mi empujón y el espectáculo con mi hermana fastidiosa, no me extranaría que ni me quisiera hablar.


Luego de tanto, salí de esa pequeña tienda. Que cosas habían pasado dentro ¡Era de locos!
No podía evitar pensar en ese Chico de rastas, tanto habíamos hablado y ni su nombre sabía y para mí suerte nunca alcanzé a decirle el mio. Practicamente eramos unos desconocidos.


Bajé las escaleras para encontrame con la hermosa playa, pero algo me paró en seco. Ahí estaba mi hermana, en las piernas del chico de rastas. ¡Se estaban Besando! ó mejor dicho ¡Se comían el uno al otro! Esto no podía ser, Emma había logrado su cometido. ¡Que impotencía!
La odiaba, la odiaba a más no poder... Poco me importaba si era mi hermana, para mi ya no lo era más.


Atontadamente baje las pocas gradas que faltaban. No despegaba la vista de los Besúcones ¡Esta me la pagaba! Era la gota que había rebalsado el vaso....


Justo cuando estaba por poner un pie en la arena, tropesé, bañanado con mi bebida a un chico que recién pasaba frente a mí - ¡oh, Dios mió! - dije muerta de la pena y aún adolorida por la caída.


X: ¡ESTA HELADA! - Tremendo gritó, había quedado sorda.


Sophie: ¡Cuanto lo siento! Tropesé sin darme cuenta siquiera, ¡Perdóna! - Estaba muy apenada, él estaba todo pegajoso por mi culpa. ¡Era tan torpe! Solo quería que la tierra me tragara. No se como pero conseguí una toalla, se la dí y él solo me agradeció - Soy una tonta ¡No sabes cuanto lo siento!


X: Ya no importa - Me sonrió, esa sonrisa. Estaba segura que ya la habia visto antes, el se me hacia muy familiar.


Continuara

Majo
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