Odiada por unos y amada por otros, Tokio Hotel es probablemente la formación de extremos por excelencia. Pero más allá de los gustos y de los colores, están las estadísticas que, nuevamente, subrayan la grandeza de este nuevo imperio germano, liderado por un personaje de ciencia ficción llamado Bill Kaulitz.
Allí donde posan los pies, se arma la gorda. Se grita, se desfallece, se llora, se ríe nerviosamente. Son el nuevo fenómeno fan, la obsesión número uno de millones de seguidoras y seguidores repartidos por el mundo entero… y el más allá.
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